Aproximadamente 2500 municipios de nuestro país cuentan con una velocidad de conexión a Internet inferior a 10Mb. Esta velocidad de descarga hace imposible establecer conexiones óptimas e incluso realizar determinadas tareas a través de Internet.
Puesto que la cobertura por cable (fibra o ADSL) no puede mejorar dichas conexiones si no es a través una fuerte inversión de los grandes operadores, la conexión de Internet por satélite es la mejor solución para estos clientes.
La expansión de la fibra óptica en ciudades y zonas urbanas parece haber olvidado las zonas rurales, que habitualmente son las que cuentan con mayores problemas para establecer conexiones de banda ancha.
El Internet satelital es una forma de conexión que sustituye el cableado como vía de transmisión de datos por una señal procedente de un satélite que orbita a miles de kilómetros.
Hay que instalar en casa una antena parabólica en lugar de una línea telefónica y esta enviará y recibirá nuestros e-mails y páginas web a alguno de los satélites que sobrevuelan el planeta (como Eutelsat o Hispasat).
Entre nuestro ordenador y la antena hay un router al que nos conectaremos mediante WiFi o cable como lo haríamos normalmente con ADSL o fibra.
La principal ventaja del Internet por satélite es la capacidad que tiene para ofrecer servicio en zonas donde no llegan otras conexiones. La cobertura satélite, salvo alguna excepción, cubre la totalidad del territorio nacional.
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